sábado, 10 de enero de 2015

Ebrio al mundo

De frente a la vil pantalla
cabeceo vasos y vasos
de lo que hubo
harto de la fantasía.

Inclinado hacia un adelante
la espalda se deforma
la juventud se deforma
como la esperanza
de a poco pero sin frenar:
efectos de la gravedad.

Diez años vomitando
letras en un abismo
que son nada como un yo
desterrado del planeta.

Las realidades compiten
a fuerza de chamuyos
como mis dedos y el teclado
en un romance oscuro:
queremos el oro del otro
abrazamos lo oculto y lo humillante.

Invito al flujo descompuesto
a hacerse paso en mi garganta
terminar mi guerra interna
y todas las guerras.

Pienso si se compensa
un pan a un desnutrido
con un tiro en la cabeza
en nombre de cualquier Dios:
vidas que suman
con vidas que restan.

En un equilibrio macabro
gateo al baño fiel
abrazo al inodoro
y vomito hasta las lágrimas.