es un vacío interesante
claro de los días enajenados
cuerpo predispuesto y mente afín
al símbolo sempiterno:
¡NO!
la llovizna invernal sobre la valla
que separa
hombres y autos del cadáver
de veredas rotas
refleja un blanco ensordecedor
a cada ver
¿de verdad alzaste los brazos
esperando una devolución?
pasan las cuadras hasta:
la encía tumorosa de un puma citadino que pide
auxilio y compensación
no:
el poema es una
experiencia condensada
de lenguaje
hago todo el trayecto
que consuma
nuestra conversación
que apoco cambia
se frena en una esquina
habla sola hasta que muere
con un farol que parpadea
O quizás
lo frugal lo único
del sujeto y predicado
perfecta
atenta a las virtudes
capaz
el símbolo y vos
huella en la dinámica de los sentidos
que no desaparece