jueves, 20 de julio de 2017

Quintaesencia

La quintaesencia en el segundo
arremangado
cuando podemos vernos
y hablamos de poemas
da igual

hay dos o tres confesiones
tergiversadas
por el afán de entender
lo bello sin moléculas
pero da igual

mojo segundos que se esquirlan
desarmados
en sueños de siesta, vos
clavás frenos y acelerás
da igual

me despierto cada noche
enajenado
por el afán de entender
tus idas y venidas
pero da igual.

Barre tres

El mismo barrendero era
el que sacaba músculo rayando
la carne dura de la mañana

hoy estuvo mirando culos
como siempre apoyado en
su escoba, mirando culos
en la parada del quince

calcula algo y habla solo
es una rutina extraña
hace tiempo o descansa
arriba de la mugre

hoy el traje pasado de rosca
le chifló a uno de los culos
que gritó y dijo hijo de puta
y empezaron a volar escobazos
que rompieron el traje y más

le tiró seis veces un
policía que no roba pero
dispara sin patria

hoy empezó a llover y
el quince seguía sin aparecer
la parada sucia y roja
se quedó con los cálculos
del barrendero que barre.

Barre dos

Hay calles que tienen piernas y caminan, viste
hay otras que nadan y luchan

cuando la señora me mira
empieza el día
dice gracias y no hace falta
de nada, le barro la mugre
las hojas del llorón, señora

a todos les pido
la basura a la calle
sino de qué trabajo
y si es una de mis calles, más

por eso roba el policía
no hacen nada los políticos
sabés, por eso

a las ocho y media llego
a la avenida y a esas
cuadras de gente sin cara
tengo que esperar hasta
que rubia bombón aparezca

y yo que aprendí a hablar hablo yo que me senté a mirar miro y barro porque
aprendí a barrer.

Barre uno

La mañana es sucia
la mañana es eterna
la mañana quema

barre como barre
la fiebre de hambre
el barrendero barre
la calle tiene que brillar
estar lista para transitar
y él tiene que transpirar

pisa chicles y espera
un traje, una oficina
lo miran sin patria
desde la parada del quince

el barrendero sigue
barriendo sigue
sin saber que barre.

sábado, 15 de julio de 2017

Niebla

Cae la niebla de una mañana cualquiera, cae frío
caen y tocan el suelo húmedo y empiezan a crear
un pozo en el asfalto y en la vereda ondulada, ya
partida, de la puerta de tu casa y en la nuca que
está arriba de mi espalda y abajo de mi capocha
cae el frío que mandás desde tu noveno piso A
a nueve coma ocho metros sobre mis canas que
todavía no salieron y me resultan una escupida
grande, pero más fuerte y rápido cayó tu poema
más rápido y fuerte porque no sé bien cómo
decir que me dejó tirado en la cama una semana
y una semana con un yunque en la mochila
y una semana con la niebla que me seguía
y otra con la nariz a la altura de los huevos
y una mañana cualquiera tomé café podrido
y me vengué de vos y de la niebla y del frío y
empecé a caminar sin ropa por la vereda rota
de la puerta de tu casa y le dije a tu vecina 
del tercer piso D que te gusta la tostada quemada
y me dijo que ya le parecía que algo raro tenías
pero que no le parecía razón suficiente para
mostrar los huevos a esa hora de la mañana y
le di la razón un poco enojado, un poco sin
haberme vengado y un poco sin saber quien sos
me fui corriendo y desaparecí en la nuca que
está arriba de mi espalda y abajo de mi capocha.

viernes, 14 de julio de 2017

Pica

Hay un lunar que no puedo
alcanzar en la espalda
y pica

es
avalancha cómica, quiéranme
siempre lejos de la uña
siempre atrás

va a haber un lugar donde
no haya palos ni despidos
ni pica

son
risas cósmicas, ódienme
nosotros y ellos riendo
revancha humana

hay
palabras que no llegué a rascar.

lunes, 10 de julio de 2017

Me cansé de buscar.

Afuera la terraza
se puso azul
y un vestido
esconde la humedad.

Sigo, pero sin buscar.

Ojos no son ojos
son aspas
que brillan
y cortan
y eligen
gargantas para dormir.

Camino con las clavículas
sobre una almohada azul
dejo cara a la pared
una terraza desnuda
y tus ojos
sin filo
me cansé de buscar.