domingo, 16 de diciembre de 2012

El monstruo que creamos

Se forjó con nuestra indiferencia,
nuestras ilustres fantasías
y sus posteriores caídas,
con el coqueteo del amor
la posibilidad del encanto,
enmascarada utopía.
En su desenlace,
el monstruo que hemos creado
tuvo sus últimos retoques
a manos de los vicios,
yugos de la rutina,
la hipocresía
y la religión de la razón...

1 comentario:

  1. Marto:
    Tu verbo se está afilando cada día. Seguro podrás cortar el aire que respiramos y separar lo sólido descartable de lo evanescente, verdaderamente útil.
    Abrazos de Juan Disante

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