Quería rozar apenas
ese borde almidonado,
rozar con labios sosegados
lo que alguna vez fue inmaculado.
Quería dar vueltas
hasta encontrar la posición ideal
desfigurar los rostros en espiral
toparnos en condición conceptual.
Quería sobre todo olvidar
el lastre maduro,
las lágrimas sobre suelo duro,
el desinterés en estado puro.
Quería vivir el momento
cubrir la grieta entre nosotros
ser pieza de tu rostro
al verme en el reflejo de tus ojos.
Quería pero fue imposible,
por mezcla de orgullo y cobardía.
Ahora destruyo rima y poesía
en honor tuyo, en represalia mía.
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