Rehén del vicio
de buscarte,
buscarte y buscarte
y alejarme, siempre más.
Vivo poco, duermo mucho
escucho el zumbido
y en la cama no hay rastros
ni polvo, ni fascinación.
Ahora de a tumbos
se amontonan en la memoria
cada pelea, cada silueta
cada vos incompleta
cada vos irreal.
Apunto al tiempo,
a la juventud,
en la ruleta rusa
y ya no sueño
con dejar de buscar.
genial!
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