La quintaesencia en el segundo
arremangado
cuando podemos vernos
y hablamos de poemas
da igual
hay dos o tres confesiones
tergiversadas
por el afán de entender
lo bello sin moléculas
pero da igual
mojo segundos que se esquirlan
desarmados
en sueños de siesta, vos
clavás frenos y acelerás
da igual
me despierto cada noche
enajenado
por el afán de entender
tus idas y venidas
pero da igual.
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